¿Eres lo qué comemos?

¿Eres lo qué comemos?

Cuantos veces a lo largo de nuestra vida, hemos escuchado la ya tan famosa frase “Eres lo que comes” y no se trata de que sea así literalmente, y que si me como una zanahoria me voy a convertir en una zanahoria o que si mi dieta es a base de productos chatarra me voy a ver como uno.

Entonces ¿Qué nos han querido decir con esto durante tanto tiempo? Bien, empecemos por el principio, todos los alimentos que nosotros consumimos en nuestra dieta, sean saludables o no, contienen diferente concentración de nutrimentos como carbohidratos, proteínas, grasas y algunas vitaminas y minerales, y es precisamente este tan variado grupo, el que si tiene impacto sobre el como nos vemos.

Obviamente, si nuestra alimentación esta basada en alimentos que no aportan nutrimentos que son beneficos para nuestra salud, es que animicamente también mi cuerpo demostrará que no estoy en el mejor estado, en cambio, si mi día a día esta lleno de alimentos nutritivos mi apariencia fisica reflejara los aspectos positivos que traen consigo.

En su más reciente informe la Organización Panamericana de la Salud ha señalado que México ocupa el cuarto lugar mundial per cápita de 214 kilos anuales de alimentos y bebidas chatarra, datos que son traducibles en el simple hecho de que la obesidad se ha convertido ya en una pandemia dificil de controlar, afectando en nuestro país a más de 75% de las personas adultas y al 35.6% de la población infantil, ubicandonos como el primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil y el segundo en adultos, unicamente superados por Estados Unidos.

Al analizar las estadísticas logramos observar como es que la obesidad infantil va cada vez mas en aumento y es aquí donde debemos tener mayor impacto, ya que, quien más, sino nosotros los mismo adultos, somo los responsables de la alimentación de este grupo de la población, ¿Qué acciones estamos realmente haciendo para que esten en este punto tan alto en la tabla de porcentajes? O por el contrario, ¿Qué estamos haciendo para que salgan de ese primer lugar mundial en obesidad?.

Existen acciones sencillas y concretas que podemos realizar para disminuir estos porcentajes, que realizadas con constancia tendran un impacto positivo en nuestra salud:

  1. Muevete más: sal con tus hijos a jugar al aire libre, llevalos al parque y permitanse el movimiento.
  2. Aumenta el consumo de verduras y frutas: todos los días, en cada tiempo de comida, agrega una ensalada, es la forma más fácil de cumplir con este requerimiento.
  3. Prefiere alimentos a la plancha, al vapor, horneados y en caldo, sobre los capeados y fritos.
  4. Disminuye el consumo de alimentos y bebidas chatarra.
  5. Toma mínimo 8 vasos de agua al día .

Pongamos manos a la obra para disminuir estos porcentajes y mejorar nuestra salud, si todos hacemos algo, por más pequeño que parezca, podemos lograr grandes cambios.

Nut. Mariel Lazcano Iribe

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