“Los grandes efectos del afecto”
Nydia Rentería Barrón
Liceo Universitario
Entre estos aires fríos se vibran recuerdos a través de olores, imágenes, sabores, melodías y conversaciones que nos lleva a un espacio del año de los más esperados por la mayoría de los mexicanos y al menos en nuestro continente por las sólidas tradiciones de unión familiar: los festejos navideños, y con ello se adhieren los esperados detalles o regalos. El dar y recibir regalos es una práctica que produce una amplia gama de efectos positivos en el beneficiario. Desde la alegría inmediata y la liberación de dopamina hasta el fortalecimiento de relaciones y la motivación para alcanzar nuevas metas. Los regalos son mucho más que simples objetos o experiencias, son símbolos de aprecio, reconocimiento y amor que pueden tener un impacto profundo y duradero en la vida de las personas las conozcamos o no.
Estamos en la época del año en la que los regalos cobran más protagonismo. Pero, más allá del enfoque del consumo, de esa vorágine de compras navideñas, es necesario tener presente que un regalo puede ayudarnos a expresar emociones que bien valen la pena otorgar y que en ocasiones suple las infinitas palabras para demostrar afecto o amor. Los regalos pueden funcionar como elementos con simbología asociada a emociones agradables como el amor, la simpatía, el cuidado, etc., facilitando la comunicación interpersonal.
Un regalo puede ser mucho más que un mero objeto. Puede ser un vehículo de comunicación y expresión emocional. Los regalos pueden transmitir una amplia gama de mensajes y emociones como el amor, la gratitud, simpatía o incluso culpa y obligación; reflejan los gustos, valores y percepciones de las personas. Por esta relevancia en el interior de cada uno, tanto del que decide otorgar como recibir presentes.
¿Qué pasa cuando una persona recibe un regalo? Suele experimentar una ráfaga inmediata de emociones positivas. Esta respuesta emocional es el resultado de varias razones como las sorpresas y expectativas. La anticipación de abrir un regalo y la sorpresa al descubrir su contenido generan una emoción instantánea.
También se hace presente el aprecio y reconocimiento: saber que alguien ha pensado en ti y ha hecho el esfuerzo de elegir un regalo es un sentimiento reconfortante.
Desde una perspectiva neurocientífica, recibir un regalo puede activar el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la felicidad. Este proceso no solo causa una sensación de alegría inmediata, sino que también puede mejorar el estado de ánimo del beneficiario a corto plazo.
Los regalos son una forma poderosa de fortalecer las relaciones interpersonales. Pueden servir como un puente emocional que une a las personas, ya sean amigos, familiares o compañeros de trabajo. Incluyendo en ello la expresión de sentimientos: un regalo puede ser una forma tangible de expresar amor, aprecio, gratitud o incluso disculpas.
Qué decir de la creación de memorias compartidas. Pues los regalos a menudo se asocian con momentos especiales y celebraciones, creando recuerdos duraderos que pueden fortalecer los lazos entre la persona o empresa que regala y quien que recibe.
Recibir un regalo también puede aumentar el sentido de pertenencia de una persona a un grupo, comunidad o compañía. Esto es particularmente relevante en entornos laborales, donde los regalos pueden ser utilizados para reconocer el esfuerzo y fomentar un ambiente de equipo cohesionado. Las gift cards personalizables de GiftPoint, por ejemplo, son un excelente ejemplo de estas prácticas en ambientes laborales.
En contextos corporativos, los regalos y recompensas pueden ser herramientas efectivas para motivar a los colaboradores. Cuando se utiliza como parte de un programa de incentivos, un regalo puede aumentar la productividad; los colaboradores que se sienten valorados y reconocidos por su trabajo tienden a estar más motivados y comprometidos.
Sentirse valorado y apreciado es fundamental para la salud emocional y psicológica de las personas. Los regalos, especialmente aquellos que están personalizados o bien pensados, pueden hacer que el beneficiario se sienta especial, lo cual puede tener un impacto positivo en su autoestima y bienestar general. Recibir un regalo puede actuar como un alivio del estrés, proporcionando un momento de felicidad y distracción positiva de las preocupaciones cotidianas. Este efecto puede ser particularmente beneficioso en situaciones de alta presión o durante períodos de ansiedad.
Los estudios han demostrado que actos de generosidad y reciprocidad, como el intercambio de regalos o experiencias, están vinculados con niveles más altos de bienestar y felicidad. Estos actos pueden mejorar el estado de ánimo del beneficiario y contribuir a una mayor satisfacción con la vida.
Aprovechemos la inversión de un detalle creado, diseñado con elementos cercanos evitando lo material, pero si la opción y el gusto es invertir costos cuidar y analizar lo que se dirige. El presente recibido siempre será de impacto para el benefeciado así que sin duda usemos la elección, el discernir y la elección perfecta para tus seres queridos. Que las buenas intenciones del mensaje del dar, es desde que se piensa para quién, no el para qué del regalo.
Celebra tu inversión no material al igual que tu inversión materializada y agradecer cuando recibes el detalle, porque alguien pensó en crear algo especial para ti.