Apatía Escolar y sus Consecuencias a Corto y Largo Plazo
Por: Miss Karina Andrade
Imaginemos esta escena: un padre llega a casa y encuentra a su hijo frente a un dispositivo, ya sea jugando un videojuego o revisando su teléfono, completamente desconectado de sus responsabilidades. Contrariado el padre le pregunta: “¿Hiciste la tarea?” Y recibe respuestas como “No sé cuál es mi tarea”, “La hago luego” o simplemente “No tengo”.
Frustrante, ¿verdad?
Esta escena es común en muchos hogares. Sin embargo, ¿alguna vez nos hemos preguntado si estamos tomando un rol activo en la educación de nuestros hijos?
Un estudio de la UNESCO muestra que el 30% de los jóvenes en América Latina abandonan la escuela porque sienten que la educación no tiene sentido en sus vidas.
Para muchos padres, la desmotivación escolar de sus hijos puede ser un llamado a la reflexión sobre nuestro papel en su vida académica. Imaginemos, por ejemplo, a una madre que nota que su hijo está teniendo problemas en matemáticas. En lugar de presionarlo o castigarlo, decide dedicar un tiempo cada día con su hijo para repasar el material o buscar apoyo extra si lo necesita. Al ofrecer este acompañamiento, su hijo siente que no está solo y que su madre valora su esfuerzo.
«Acompañar a nuestros hijos en sus desafíos escolares no significa resolverles la vida, sino enseñarles a enfrentarla con confianza y compromiso. Al brindarles apoyo y ejemplo, les damos las herramientas para construir un futuro lleno de posibilidades.»
¿Por qué los jóvenes pierden el interés en la Escuela?
Las causas de la apatía escolar son variadas y complejas. Niños y adolescentes pasan por cambios biológicos y emocionales que afectan su concentración, sus decisiones y su motivación hacia el estudio. A menudo, sienten que los contenidos escolares no se conectan con sus intereses o aspiraciones personales, y pueden llegar a verlos como algo “sin sentido” o una “pérdida de tiempo”. Además, la constante exposición a redes sociales, videojuegos y plataformas de streaming hace que prefieran divertirse en lugar de estudiar.
Aquí es donde los padres también pueden hacer una gran diferencia. Supongamos que un padre observa que su hija dedica más tiempo al celular que a los estudios. En vez de molestarse, decide sentarse a platicar con ella, explicarle cómo la sobreexposición a las redes sociales y no dedicarle tiempo a sus estudios puede afectar su enfoque y le ayuda a encontrar un equilibrio.
Esto demuestra a la adolescente que su padre no solo quiere “controlarla” sino también que le importa su bienestar y que desea guiarla a tomar decisiones más saludables para su futuro.
Las Consecuencias de la Desmotivación
Si la apatía no se aborda a tiempo, puede traer muchas consecuencias en el desarrollo emocional y social de tu hijo, como: depresión, inseguridad, problemas de identidad, baja autoestima entre otros, que pueden extenderse hasta la adultez. Al evitar desafíos y no esforzarse en los estudios, limitan las oportunidades de aprender habilidades para manejar sus emociones y reducen sus relaciones interpersonales causando aislamiento social.
Aquí, la participación de los padres puede ser decisiva. Un ejemplo sencillo puede ser el de un padre que alienta a su hija a mejorar en inglés, (la materia más difícil para ella) inicia planteando metas alcanzables: primero aprender vocabulario, luego practicar lectura, después, mejorar pronunciación y finalmente participar en un Spelling Be. Este enfoque, sumado a la atención y apoyo del padre, le da a la hija una sensación de logro en cada paso, mostrándole que su esfuerzo vale la pena.
¿Cómo podemos ayudarles a superar la apatía?
Necesitamos paciencia y estrategias efectivas. Un buen comienzo es apoyarlos en la creación de metas realistas, adaptadas a sus habilidades y aspiraciones. Cuando tienen un objetivo claro, como mejorar sus calificaciones, una actividad extracurricular, deporte o aprender algo nuevo, se sienten más motivados a esforzarse y enfrentar los retos.
Tomemos el ejemplo de Pedro, un niño que al principio, estaba desmotivado en la escuela. Sin embargo, cuando empezó a fijarse metas claras (fútbol) y recibió el apoyo de su familia, su rendimiento académico mejoró notablemente, logró nuevas amistades ya que el deporte no solo fomenta la salud física, sino que también crea un sentido de pertenencia que puede ayudar a tu hijo a prosperar en la escuela y en la vida.
«Participar en deportes enseña a los niños a trabajar en equipo, desarrollar liderazgo y afrontar desafíos, habilidades que son esenciales tanto en el campo como en el aula.»
Estrategias Prácticas para Motivar a los Jóvenes
Aquí enlisto algunas ideas para manejar la apatía escolar:
- Comunicación Empática: Escucha sin juzgar. Pregunta sobre sus preocupaciones y emociones. A veces, solo con escuchar sus frustraciones puedes ayudar a que se sientan comprendidos.
- Ofrece Opciones: En lugar de imponer tareas, dales opciones y establece acuerdos, como “¿Prefieres hacer la tarea ahora o después de cenar?”. Esto les da un sentido de control y facilita el diálogo.
- Modela el Comportamiento Deseado: Da ejemplo. Cumple con tus propias responsabilidades y muéstrales cómo enfrentas las dificultades. Cuando te ven comprometido, ellos también lo estarán.
- Recompensas y Consecuencias: Crea un sistema de recompensas por cumplir con sus deberes y consecuencias por no hacerlo. No hace falta que las recompensas sean grandes, pero sí significativas para ellos.
- Fomentar la Autonomía Gradualmente: Empieza delegando pequeñas responsabilidades. A medida que crecen, aumenta su autonomía.
- Enseñar Habilidades para Manejar Problemas: Ayúdales a aprender cómo enfrentar conflictos y manejar el estrés.
- Busca Ayuda Profesional si es Necesario: Si la apatía persiste y afecta su bienestar, considera la ayuda de un psicólogo o terapeuta.
Recuerda que cada estudiante es único, y lo que funciona para uno puede no ser efectivo para otro. Adapta estas estrategias a su personalidad y necesidades. Encontrar un equilibrio entre el amor protector y el fomentar su independencia es clave. El objetivo es hacerlos sentir apoyados emocionalmente y motivados, para que se perciban seguros, capaces y felices para lograr sus metas con un corazón lleno de sueños sin temor.
«El mejor regalo que podemos dar a nuestros hijos no es el camino fácil, sino el acompañamiento constante y el impulso para que descubran su propio potencial.»
Coach Andrade
https://www.betterhealth.vic.gov.au/health/healthyliving/teenagers-and-communication
Falta de Relevancia Percibida:
DonProfe.com
https://www.donprofe.com/que-es-la-apatia-escolar