Los últimos años de la vida de Henri Matisse -pintor francés reconocido como una de las figuras centrales del arte moderno- fueron especialmente duros. Separado, con su mujer y su hija arrestadas por la Gestapo acusadas de formar parte de la Resistencia francesa y convaleciente de una grave enfermedad que hizo temer por su vida y que le tuvo postrado en la cama durante meses, sin fuerzas físicas para poder pintar.

Aunque esto último no es del todo cierto, porque Matisse aprendió a pintar de otra manera. En estos últimos años sus utensilios de trabajo dejaron de ser el lienzo, el caballete y los pinceles. Los sustituyó por algo que hay en la mesa de cualquier niño: tijeras, papel y pegamento y con ellos se embarcó en uno de sus proyectos más vitalistas y personales.

Desde la cama, y cuando se pudo levantar desde la silla, Matisse comenzó a recortar formas en papel pintado y se dio cuenta que las tijeras se iban a convertir en un maravilloso instrumento que le iban a permitir pintar nuevamente. Sus ayudantes le preparaban el papel pintándolo de vivos colores y él, como si de un escultor se tratase, recortaba en vivo formas.

Se pasaba horas mirando sus formas recortadas, creando en su cabeza composiciones con ellas. Cuando ya tenía clara la composición, alfileres, chinchetas y pegamento le ayudaban a fijarlas en las paredes de su residencia y formar con ellas siluetas, hojas de acanto, flores de nieve o la forma sinuosa del caracol en la que la colocación de los papeles recortados en una espiral se asemeja la concha del molusco.

Así nacía su seconde vie (segunda vida) como el solía llamar al nuevo lenguaje visual elaborado a base de estos recortes de papel pintados en tonos brillantes. Los cut-outs dejaron de ser meras plantillas de sus cuadros y esculturas para convertirse en un modo de representación en sí mismo.

   

 La historia de este famoso artista me cautivó cuando la escuché por primera vez y tuve la oportunidad de trabajarla con mis alumnos los más pequeños de primaria les pregunté ¿sabían ustedes que podemos hacer obras de arte sin pintura? ellos se quedaron sorprendidos, les cuestioné ¿Cómo lo podemos hacer? Ahí salieron la lluvia de ideas hasta que llegamos a papel tijera y pegamento, les dije falta algo más y lo más importante de este gran artista la creatividad, cuando empezamos a realizar el collague fue donde ellos se sorprendieron de lo qué lograron con un poco de imaginación y amor al arte.

Por miss Lupita 

Artículos recomendados

[instagram-feed]