Plasticidad cerebral.

Así como nuestro cuerpo crece, se ensancha, se pone musculoso o se arruga. nuestro cerebro también puede cambiar de muchas formas. El cerebro tiene la maravillosa habilidad de crecer, formar conexiones nuevas entre neuronas o reorganizarlas, pero tristemente cuando dejamos a nuestro cerebro vivir de una forma pasiva o estamos estresados, hay cambios negativos como la muerte de neuronas. Afortunadamente, aprender una nueva habilidad produce cambios positivos en el cerebro. Se le llama: Plasticidad cerebral.

Cada habilidad nueva que aprendemos moldea nuestro cerebro. Tal vez, a simple vista no podríamos diferenciar el cerebro de un basquetbolista o de un pianista, pero con técnicas de resonancia magnética y encefalogramas podríamos apreciar las diferencias. Gracias a que nuestro cerebro tiene la capacidad de cambiar la forma en que funciona y procesamos la información. Algunas personas ciegas son capaces de desarrollar ecolocación ¡Si, como la de los murciélagos! Aprenden a moverse y percibir su entorno a partir del eco, para lograrlo su cerebro usa la corteza visual para desarrollar esta nueva habilidad. cualquier persona puede modificar su cerebro sin darse cuenta. Un estudio hecho en Londres demostró que los taxistas tienen un hipocampo más grande. El hipocampo más desarrollado los proveé con una excelente inteligencia espacial y les permite crear mapas mentales precisos.

El lenguaje también moldea tu cerebro. Cuando se estudió el cerebro de Emil Kreisler (un políglota extraordinario) se observó que la forma en la que estaban dispuestas sus neuronas en el área que nos permite hablar era diferente al de una persona normal.

Antes se creía que enseñar dos idiomas a un bebe era demasiado confuso, que solo entorpecian su desarrollo cognitivo y su habla.
En realidad, para un infante menor de cuatro años aprender dos idiomas simultáneamente resulta demasiado sencillo, porque desarrollan el mismo concepto para ambos idiomas.

Se ha visto que estos infantes bilingües tienen mayor capacidad de atención, mejores habilidades de análisis, y de organización que los niños monolingües. En un estudio se demostró que su mente es más flexible, son mejores para distinguir figuras ambiguas, tienen más habilidad para analizar patrones abstractos y tienen mejor rendimiento académico.
Estos niños al crecer, suelen comprender más fácilmente las intenciones y emociones de las personas. Varios estudios han encontrado que después de un año de clases ya se puede observar engrosamiento de la corteza en ciertas áreas así como del hipocampo y en la materia blanca que es la que ayuda a pasar los mensajes en el cerebro, también se han visto transformaciones. Todas las modificaciones mejoran la memoria de trabajo y la capacidad de atención. Más importante aún, puede aplazar el Alzheimer y la demencia hasta por cinco años.

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