Coach Karina Andrade Ramírez.

Actualmente nuestros jóvenes tienen algo en común, y es que nacieron en una época donde la tecnología los ha expuesto a diferentes medios de comunicación. Pasan muchas horas aislados en sus dispositivos navegando en plataformas como Tiktok, Instagram y muchas más que ni siquiera nos imaginamos, todas ellas llenas de información y experiencias que los convierten en expertos en temas que muchos desconocemos y valen la pena conocer.

En nuestra sociedad tenemos un importante número de jóvenes deportistas, artistas, líderes, ecologistas, amantes de los animales, expertos en videojuegos, redes y más; con tremendas habilidades y talentos, que estimulados por la información que reciben diariamente detonan la creatividad y una infinidad de ideas que los inquietan a realizarlas y a la vez sienten que no son comprendidos predisponiendolos a guardar silencio, a rebelarse, alejarse, aislarse de grupos donde no encuentran conexión; perdiendo la energía de “la gran idea” que desafortunadamente quedó en sólo eso, una “gran idea”. Pero, ¿cómo podemos apoyar?

Desde que me inicie en la docencia hace más de una década, he tenido la oportunidad de disfrutar diferentes tipos de presentaciones, conferencias y talleres, dentro y fuera de nuestro país, y he observado que en algún punto de la presentación el ambiente se torna repetitivo, aburrido y no avanza. Lo único que viene a mi mente es:

-checa las redes tal vez haya algo más interesante –

¿te ha pasado?

Lamentablemente esto sucede con mucha frecuencia por no saber comunicarnos efectivamente.

Meditando esta situación, me di a la tarea de investigar y trabajar un formato de presentación de proyectos que no fuese aburrido y que mantuviera a la audiencia atenta; así que lo lleve al salón de clase, y ahí comprobé lo que siempre sospeche, que tenemos grandes talentos, líderes que logran inspirar a otros; escondidos en sus dispositivos, irónico ¿No?

Después de varias semanas de trabajos e incansables ensayos aprendimos a desarrollar proyectos y presentaciones que han logrado impactar, ideas que transforman y trascienden, en pocas palabras presentaciones auténticas. El secreto está en los temas y en la energía que los estudiantes logran transmitir en el escenario, ya que están basados en lo que les apasiona, en experiencias, inquietudes, investigaciones, y más.

Este reto ha transformado la vida de muchos de ellos; chicos introvertidos, extrovertidos, sin habilidades lingüísticas, escritura o lectura, han logrado vencer a sus gigantes; al descubrir un nivel de confianza potencializando sus habilidades de comunicación, creando una conexión con la audiencia y consigo mismos, rompiendo sus miedos en el escenario; y es ahí, en ese lugar tan temible para muchos donde ellos logran la conquista, donde los nervios aminoran cuando se detona la adrenalina liberadora que aclara su mente generando una línea de ideas donde los argumentos persuasivos encuentran su camino haciendo que su charla fluya con frescura, naturalidad y autenticidad inigualable. Todo este combo de emociones semejante a una rueda de la fortuna hace que la experiencia valga la pena de compartir “la gran idea”, sin importar si están hablando a una o cientos de personas. ¡Esto es emocionante! Esto es Tedtalk.

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