¡Gracias 2023 por las oportunidades que nos brindaste! ¡Bienvenido sea el año 2024!
Tenemos por tradición, imitación o simplemente por decisión que en estos días que termina un año, el reflexionar y desde nuestra perspectiva realizar una valoración intrínseca de lo funcional a nuestra vida, recordando las prácticas que no nos favorecieron, pero sí atesorando cada experiencia porque es lo que nos permite crecer y trascender y sobretodo el ser agradecidos con los momentos y acciones que nos dieron la sensación de felicidad; todo fue tan importante sólo por el hecho de agregar experiencias a nuestra historia.
Cerramos el capítulo de este año que se desvanece en el tiempo, es inevitable como humanos detenerse sobre el viaje que hemos emprendido, en medio de las vicisitudes y alegrías, la luz de la amistad y el amor que ha brillado con intensidad, recordando la esencia misma de nuestra humanidad.
En la lista de encuentros en este viaje es primordial darnos la oportunidad en pensar y atesorar el reconocer a las personas que nos rodean y que se han entregado sin ninguna condición a través de la amistad; este valor que solo lo coleccionamos a lo largo de los días y que minuto a minuto se revela como un tesoro invaluable, a través de la risa compartida y en el hombro amigo es donde hemos encontrado la fuerza para superar desafíos y celebrar triunfos; es imprescindible crear con cada amigo un capítulo en nuestro relato porque se ha generado una prueba fehaciente de que la conexión humana siendo uno de los elementos importantes que le da sentido a nuestra travesía.
Otro aspecto que en nuestra lista de reflexión no puede faltar y que sin duda suma porque nos brinda la capacidad de expresar lo más hermoso que cada ser humano tiene desde lo más profundo del alma como fuerza que impulsa corazones, que se manifiesta en gestos pequeños y palabras cálidas, es el amor; el poder transformador de amar y ser amados. En este vaivén de la vida, el amor se erige como un faro, guiándonos con ternura y recordándonos la belleza de ser seres interconectados, que cada minuto vivido ha valido el estar aquí hoy.
Lo siguiente a tomar en cuenta que sin duda es la que funge en contención para hacer que todo tenga sentido es la unión familiar; funciona como un ancla sólida en las tormentas y se convierte en faro en la oscuridad, se presenta como regalo precioso; surge en la risa compartida alrededor de la mesa, en los momentos difíciles enfrentado juntos, encontramos la verdadera riqueza de la vida. La familia, con sus lazos intrincados, nos recuerda que en la unidad hallamos fortaleza y en los lazos de realidad no importando el resultado, nos brinda la seguridad de seguir aceptándonos, nos aman y amamos de la misma manera, solo dándonos la mano para sostenernos y estar listos para levantarnos o pasar al siguiente nivel que la vida nos tiene preparado.
Continuando con lo que debemos tomar en cuenta en nuestra lista, es el acto hermoso que muchos efectúan, esto que se convierte en el imperativo de recordar la importancia de no perder la esencia del ser humano, es el acto de dar; en ocasiones estamos en un mundo que nos invita a la prisa y la competencia, pero cuando dejamos de aturdirnos por las situaciones banales y ponemos nuestra atención en dar palabras de poder, brindar momentos agradables, dar sonrisas, dar abrazos y en ocasiones hasta dar nuestro silencio es suficiente para alguien; el dar desinteresadamente es un bálsamo para el alma. La generosidad, ya sea en tiempo, atención o afecto, crea un lazo invisible que une corazones y construye puentes entre nosotros.
Así mientras surge la llegada del nuevo año, conservemos con nosotros el tesoro de la amistad, el calor del amor, la fortaleza de la familia y el poder transformador de dar; que estos valores fundamentales iluminen nuestro camino y guíen nuestras acciones; en la intersección de la amistad, el amor y la unión familiar descubramos la esencia misma de la vida; una travesía compartida, donde el regalo más valioso que podemos ofrecer y recibir es el corazón humano en toda su autenticidad. Agrega a tu lista de reflexión lo que necesites y te darás cuenta lo que has logrado y trascendido.
365 días llenos de oportunidades que nos permitieron escribir nuestra propia historia, cada uno con sus matices construyendo lo que al final será nuestra singular obra; sumemos momentos de alegría que podamos compartir y gritar al mundo que somos dichosos de estar vivos, seamos capaces de descubrirnos y entregarnos en nuestra mejor versión regalándonos amor, gratitud, reconciliación a través de la humildad, empatía, respeto; con ello las personas que nos rodean serán los primeras en beneficiarse; hagámoslo hasta crear una cadena en amor.
Sonríe, aprecia, disfruta y agradece cada experiencia y a comprometernos a escribir nuestra historia siendo nuestra mejor versión este 2024.
¡Felicidad siempre!
Mtra. Nydia Rentería Barrón
Liceo Universitario